Una nutrición equilibrada es un factor clave para conseguir una óptima calidad.
El riego y la fertilización o fertirrigación tienen una influencia sobre el aceite extraído de las aceitunas. Las condiciones que determinen un año y campaña específica puede también influir en las características del aceite, así como la variación que se produce entre campañas principalmente en el caso de parcelas en secano.
Nutrición vegetal y calidad del aceite de oliva
En el olivar de secano que tiene un contenido suficiente de Nitrógeno en las hojas (>1,4 % MS), la aportación de Nitrógeno, aumentó el contenido de Nitrógeno foliar acumulándolo en la pulpa de la aceituna. Bajo estas condiciones, las restricciones de riego pueden controlar el rendimiento dando lugar a una acumulación de Nitrógeno en hojas y frutos. El ensayo mostró que en muchos de los casos el contenido de Nitrógeno estaba por debajo de los niveles mínimos, teniendo efecto sobre el rendimiento del olivar. La aportación de Nitrógeno incrementó la cantidad de aceitunas cosechadas con un reducido porcentaje de aceite en la pulpa como tendencia general.
Los parámetros del aceite de oliva varían en función de los diferentes tratamientos teniendo estos un efecto no significativo en la composición de ácidos grasos, pero con una tendencia a reducir el ácido oleico en las aceitunas. Las figuras muestran una serie de variaciones en la composición de ácidos grasos.