Protección fitosanitaria

Los obtentores vegetales introducen, cada día con más frecuencia, variedades de tomates con resistencia total o parcial a una gama de enfermedades como Verticillium, Septoria, Fusarium, Alternaria, Stemphylium y el Virus de mosaico del tabaco, igual que frente a nematodos.

Los agricultores pueden reducir el impacto de enfermedades como el tizón, aplicando programas fungicidas adecuados. 

Aplicando técnicas integradas de gestión del cultivo que mantiene seco el follaje, libre de rocío o un buen flujo de aire en el invernadero, ayudará a minimizar brotes de enfermedades como Botrytis y tizón. 

Mediante la fumigación de los suelos, el tratamiento de semillas con agua caliente y el uso apropiado de bactericidas, minimizará el cancro bacteriano y la mancha bacteriana. 

Plagas de insectos como mosca blanca, trips y araña roja son más difíciles de controlar porque con el tiempo, desarrolla cierta resistencia a los pesticidas. Dentro del ambiente cerrado de un invernadero es cada día más común usar insectos predadores y pesticidas biológicos como herramientas. 

En cultivos de campo abierto, buen control de malas hierbas es esencial para reducir la rivalidad por el agua y los nutrientes.

Daño tomate por nemátodos

Unidad de pulverización tomate